La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) ha emitido una seria advertencia a Brasil, amenazando con excluir tanto a la selección nacional como a los clubes brasileños de todas las competiciones internacionales. La inusual medida se debe a la reciente destitución del presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, por parte de un tribunal en Río de Janeiro.
Brasil, con su rica historia futbolística que incluye cinco títulos de la Copa del Mundo, se encuentra en una situación de incertidumbre después de la alarmante intervención estatal en la CBF. La destitución de Rodrigues y su equipo el pasado 7 de diciembre ha generado preocupación en la FIFA, presidida por Gianni Infantino.
En una carta conjunta firmada por Kenny Jean-Marie, presidente de las asociaciones miembro de la FIFA, y Monserrat Jiménez García, secretaria general adjunta de la Conmebol, el organismo rector del fútbol mundial dejó claro que no tolerará la interferencia de un estado o sus instituciones en los asuntos de una federación.
La carta, revelada por la Agencia AP, menciona que la FIFA y la Conmebol enviarán una misión conjunta a Brasil durante la semana del 8 de enero para abordar la situación. La misión buscará reunirse con los involucrados y trabajar para encontrar una solución al problema actual en relación con la aplicación de las normas de la CBF y su autonomía.
Sin embargo, la FIFA advierte que antes de la visita de la misión conjunta, no deben tomarse decisiones que afecten a la CBF, como la celebración de elecciones o la modificación del calendario electoral. En caso de incumplimiento, la FIFA no descarta remitir el asunto a su órgano decisorio correspondiente, lo que podría resultar en sanciones, incluida la suspensión.
En el comunicado, la FIFA enfatiza que si la CBF es suspendida, perdería todos sus derechos como miembro de manera inmediata. Esto implicaría que los representantes de la CBF y los equipos de los clubes brasileños no podrían participar en ninguna competición internacional mientras dure la suspensión. Además, la CBF y sus miembros perderían el acceso a programas de desarrollo, cursos o capacitaciones con la FIFA y/o la Conmebol durante el período de suspensión.
La incertidumbre ahora rodea a la selección brasileña y a los clubes en cuanto a su participación en eventos internacionales, generando una situación crítica que podría tener repercusiones significativas en el mundo del fútbol.