La biministra de Ciencia y vocera de Gobierno (s), Aisén Etcheverry, se refirió a la polémica en torno al proyecto energético INNA de AES Andes, que pretende instalarse a pocos kilómetros del observatorio Paranal, en la región de Antofagasta. El proyecto, ingresado a evaluación ambiental en diciembre, considera la construcción de una planta de hidrógeno y amoníaco verde, junto con un puerto y parques solares y eólicos, lo que ha generado preocupación en la comunidad astronómica por el posible impacto en la calidad del cielo nocturno. En conversación con ADN, la ministra Etcheverry subrayó la relevancia de Chile en la astronomía mundial y la necesidad de proteger las condiciones que han permitido su desarrollo. El 62% de la observación astronómica global se realiza desde nuestro territorio, no solo por nuestros cielos despejados, sino también gracias a políticas públicas que han resguardado esta actividad por décadas, explicó. Reconoció que el megaproyecto representa un desafío para el equilibrio entre el desarrollo de energías renovables y la preservación de los cielos oscuros. La astronomía es parte de la identidad chilena. Somos un país de estrellas y poesía, lo que influye en nuestra reputación internacional, la economía y el avance tecnológico, destacó. Etcheverry informó que el Gobierno ha establecido una mesa de trabajo interministerial con participación de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente, Economía, Energía y Ciencia para analizar el impacto del proyecto y buscar soluciones. Asimismo adelantó que la preocupación ha trascendido fronteras y será tema de conversación en su próximo viaje a París con el ministro de Ciencia y Tecnología de Francia. No seremos pasivos en este asunto. Queremos proteger la astronomía y permitir el desarrollo de energías renovables, pues ambos son fundamentales, aseguró. Sobre la contaminación lumínica, la biministra fue categórica. Recordó que observatorios como Paranal y el Extremely Large Telescope (ELT) operan con protocolos estrictos donde cualquier luz externa puede comprometer las observaciones. Estos centros tienen una tolerancia casi nula a la contaminación lumínica , incluso el uso de teléfonos está restringido . Es clave que cualquier proyecto en la zona respete estos estándares , advirtió.
La biministra de Ciencia y vocera de Gobierno (s), Aisén Etcheverry, se refirió a la polémica en torno al proyecto energético INNA de AES Andes, que pretende instalarse a pocos kilómetros del observatorio Paranal, en la región de Antofagasta. El proyecto, ingresado a evaluación ambiental en diciembre, considera la construcción de una planta de hidrógeno y amoníaco verde, junto con un puerto y parques solares y eólicos, lo que ha generado preocupación en la comunidad astronómica por el posible impacto en la calidad del cielo nocturno. En conversación con ADN, la ministra Etcheverry subrayó la relevancia de Chile en la astronomía mundial y la necesidad de proteger las condiciones que han permitido su desarrollo. El 62% de la observación astronómica global se realiza desde nuestro territorio, no solo por nuestros cielos despejados, sino también gracias a políticas públicas que han resguardado esta actividad por décadas, explicó. Reconoció que el megaproyecto representa un desafío para el equilibrio entre el desarrollo de energías renovables y la preservación de los cielos oscuros. La astronomía es parte de la identidad chilena. Somos un país de estrellas y poesía, lo que influye en nuestra reputación internacional, la economía y el avance tecnológico, destacó. Etcheverry informó que el Gobierno ha establecido una mesa de trabajo interministerial con participación de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente, Economía, Energía y Ciencia para analizar el impacto del proyecto y buscar soluciones. Asimismo adelantó que la preocupación ha trascendido fronteras y será tema de conversación en su próximo viaje a París con el ministro de Ciencia y Tecnología de Francia. No seremos pasivos en este asunto. Queremos proteger la astronomía y permitir el desarrollo de energías renovables, pues ambos son fundamentales, aseguró. Sobre la contaminación lumínica, la biministra fue categórica. Recordó que observatorios como Paranal y el Extremely Large Telescope (ELT) operan con protocolos estrictos donde cualquier luz externa puede comprometer las observaciones. Estos centros tienen una tolerancia casi nula a la contaminación lumínica , incluso el uso de teléfonos está restringido . Es clave que cualquier proyecto en la zona respete estos estándares , advirtió.