La Cámara de Diputados de Brasil aprobó un proyecto de ley que permite realizar castración química a personas condenadas por pedofilia y otros tipos de delitos sexuales contra menores de edad. La medida, que aún debe ser aprobada en el Senado, fue visada con 267 votos y contó con el apoyo de la centroderecha y del sector radical. Mientras tanto, 85 parlamentarios votaron en contra y otros 14 se abstuvieron. De acuerdo a lo que se señala en la enmienda presentada por el diputado Ricardo Salles, el proceso se haría mediante “medicamentos inhibidores de libido” y estaría regulado bajo los protocolos del Ministerio de Salud. En concreto, el proyecto busca crear un registro público con fotografías e información de los condenados por este delito. El catastro estaría a cargo del Consejo Nacional de Justicia, entidad encargada de garantizar la transparencia en procesos judiciales. El diputado Ubiratan Sanderson, del Partido Liberal -ala derechista- consideró que era un proyecto “importante” y mencionó que la castración ya es aplicada en países como EE. UU. y Rusia, aunque opinó que “lo ideal” es la pena de muerte para el pedófilo. Por su parte, el exPresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), líder de la ultraderecha en Brasil, celebró en redes sociales la votación como un “paso histórico”. En contraste, congresales de izquierda como Talíria Petrone, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), afirmaron que la mejor manera de combatir los abusos contra menores es la prevención a través de la educación sexual en las escuelas y calificaron al proyecto como una “farsa”. El debate sobre la castración química ha generado opiniones divididas. Mientras algunos defienden esta medida como una herramienta eficaz para frenar la reincidencia en los delitos sexuales, otros cuestionan su efectividad y plantean preocupaciones sobre los derechos humanos y ética involucradas.
La Cámara de Diputados de Brasil aprobó un proyecto de ley que permite realizar castración química a personas condenadas por pedofilia y otros tipos de delitos sexuales contra menores de edad. La medida, que aún debe ser aprobada en el Senado, fue visada con 267 votos y contó con el apoyo de la centroderecha y del sector radical. Mientras tanto, 85 parlamentarios votaron en contra y otros 14 se abstuvieron. De acuerdo a lo que se señala en la enmienda presentada por el diputado Ricardo Salles, el proceso se haría mediante “medicamentos inhibidores de libido” y estaría regulado bajo los protocolos del Ministerio de Salud. En concreto, el proyecto busca crear un registro público con fotografías e información de los condenados por este delito. El catastro estaría a cargo del Consejo Nacional de Justicia, entidad encargada de garantizar la transparencia en procesos judiciales. El diputado Ubiratan Sanderson, del Partido Liberal -ala derechista- consideró que era un proyecto “importante” y mencionó que la castración ya es aplicada en países como EE. UU. y Rusia, aunque opinó que “lo ideal” es la pena de muerte para el pedófilo. Por su parte, el exPresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), líder de la ultraderecha en Brasil, celebró en redes sociales la votación como un “paso histórico”. En contraste, congresales de izquierda como Talíria Petrone, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), afirmaron que la mejor manera de combatir los abusos contra menores es la prevención a través de la educación sexual en las escuelas y calificaron al proyecto como una “farsa”. El debate sobre la castración química ha generado opiniones divididas. Mientras algunos defienden esta medida como una herramienta eficaz para frenar la reincidencia en los delitos sexuales, otros cuestionan su efectividad y plantean preocupaciones sobre los derechos humanos y ética involucradas.