Durante la mañana de este jueves, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, planteó a Estados Unidos un duelo de misiles entre el nuevo armamento hipersónico ruso y los sistemas de defensa antimisiles occidentales, cuyo escenario sería la capital ucraniana, Kiev. Ante el escepticismo occidental sobre el Oreshnik -así se le bautizó al misil balístico-, el líder ruso sugirió que ambas partes seleccionen un objetivo designado para ser protegido por misiles estadounidenses. Estamos preparados para tal experimento, señaló. Que elijan cualquier instalación para que la ataquemos, digamos, en Kiev. Que concentren allí todas sus sistemas antiaéreos y antimisiles. Y nosotros atacaremos con (un misil) Oréshnik. Y veremos qué es lo que pasa. ¿Está dispuesta la otra parte?, advirtió desde el Kremlin en la rueda de prensa de cierre de año. Cabe recordar que Rusia disparó por primera vez el misil Oreshnik contra la ciudad ucraniana de Dnipró el 21 de noviembre, en lo que Jefe de Estado consideró una respuesta al primer uso por parte de Ucrania de misiles balísticos ATACMS estadounidenses y Storm Shadows británicos para atacar territorio ruso con permiso occidental. Por otra parte, Putin también se mostró dispuesto a llegar a un compromiso sobre Ucrania en posibles conversaciones con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra y no ponía condiciones para iniciarlas. “Estoy disponible para hacerlo y para encontrarnos si él lo desea”, afirmó. No sé cuándo voy a verlo [...] No he hablado con él desde hace más de cuatro años, pero estoy preparado para ello, por supuesto. En cualquier momento, profundizó. Con todo, el Mandatario ruso concluyó su alocución indicando que si algún día nos reunimos con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar, cerró.
Rusia ha confirmado este martes el primer ataque de Ucrania utilizando misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque tuvo lugar a las 03:25 de la madrugada y estuvo dirigido contra una instalación militar en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania. En total, fueron lanzados seis misiles, de los cuales cinco fueron interceptados por las baterías antiaéreas S-400 y Pantsir. El sexto misil impactó en el recinto, causando un incendio que fue rápidamente controlado sin víctimas fatales. El parte de guerra publicado en Telegram indicó que no se reportaron muertos ni heridos. Este ataque se produce poco después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizara a Ucrania a utilizar misiles de largo alcance en la región rusa de Kursk, donde se encuentra una gran concentración de tropas rusas apoyadas por fuerzas norcoreanas. La decisión de Biden ha generado divisiones dentro de la Casa Blanca, especialmente a medida que se acerca la asunción de Donald Trump, quien ha prometido limitar el apoyo estadounidense a Ucrania. Finalmente, el uso de los misiles ATACMS marca un nuevo capítulo en el conflicto, intensificando las tensiones en una zona donde Moscú ha desplegado casi 50.000 soldados.
Durante la mañana de este jueves, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, planteó a Estados Unidos un duelo de misiles entre el nuevo armamento hipersónico ruso y los sistemas de defensa antimisiles occidentales, cuyo escenario sería la capital ucraniana, Kiev. Ante el escepticismo occidental sobre el Oreshnik -así se le bautizó al misil balístico-, el líder ruso sugirió que ambas partes seleccionen un objetivo designado para ser protegido por misiles estadounidenses. Estamos preparados para tal experimento, señaló. Que elijan cualquier instalación para que la ataquemos, digamos, en Kiev. Que concentren allí todas sus sistemas antiaéreos y antimisiles. Y nosotros atacaremos con (un misil) Oréshnik. Y veremos qué es lo que pasa. ¿Está dispuesta la otra parte?, advirtió desde el Kremlin en la rueda de prensa de cierre de año. Cabe recordar que Rusia disparó por primera vez el misil Oreshnik contra la ciudad ucraniana de Dnipró el 21 de noviembre, en lo que Jefe de Estado consideró una respuesta al primer uso por parte de Ucrania de misiles balísticos ATACMS estadounidenses y Storm Shadows británicos para atacar territorio ruso con permiso occidental. Por otra parte, Putin también se mostró dispuesto a llegar a un compromiso sobre Ucrania en posibles conversaciones con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a la guerra y no ponía condiciones para iniciarlas. “Estoy disponible para hacerlo y para encontrarnos si él lo desea”, afirmó. No sé cuándo voy a verlo [...] No he hablado con él desde hace más de cuatro años, pero estoy preparado para ello, por supuesto. En cualquier momento, profundizó. Con todo, el Mandatario ruso concluyó su alocución indicando que si algún día nos reunimos con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar, cerró.
Rusia ha confirmado este martes el primer ataque de Ucrania utilizando misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque tuvo lugar a las 03:25 de la madrugada y estuvo dirigido contra una instalación militar en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania. En total, fueron lanzados seis misiles, de los cuales cinco fueron interceptados por las baterías antiaéreas S-400 y Pantsir. El sexto misil impactó en el recinto, causando un incendio que fue rápidamente controlado sin víctimas fatales. El parte de guerra publicado en Telegram indicó que no se reportaron muertos ni heridos. Este ataque se produce poco después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizara a Ucrania a utilizar misiles de largo alcance en la región rusa de Kursk, donde se encuentra una gran concentración de tropas rusas apoyadas por fuerzas norcoreanas. La decisión de Biden ha generado divisiones dentro de la Casa Blanca, especialmente a medida que se acerca la asunción de Donald Trump, quien ha prometido limitar el apoyo estadounidense a Ucrania. Finalmente, el uso de los misiles ATACMS marca un nuevo capítulo en el conflicto, intensificando las tensiones en una zona donde Moscú ha desplegado casi 50.000 soldados.