La situación humanitaria en la Franja de Gaza se ha vuelto cada vez más crítica debido a la escalada del conflicto entre Israel y Hamás. Ante esta situación, la ONU y las ONG han acumulado alrededor de 3.000 toneladas de suministros en la zona norte de Egipto, a la espera de la apertura del paso de Rafah, el único punto fronterizo no controlado por Israel y vital para la entrada de ayuda humanitaria.
El Gobierno israelí ha accedido a permitir la entrada de esta ayuda, pero ha dejado claro que solo se permitirá a través de Rafah y no abrirá los pasos bajo su control. Aunque las autoridades de Egipto han dado su visto bueno, aún persisten los bombardeos en distintos puntos de la Franja.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha solicitado una pausa humanitaria inmediata y viajará a Egipto para tratar personalmente la situación con el presidente Abdelfatá al Sisi. Varios gobiernos extranjeros también han enviado ayuda a Egipto, a la espera de que la frontera con Gaza pueda abrirse.
Israel ha dejado claro que no permitirá que los suministros terminen en manos de Hamás, que controla la Franja de Gaza, y ha descartado abrir los pasos de Erez o Kerem Shalom. El bloqueo completo impuesto por Israel como respuesta a los ataques de Hamás ha llevado al corte de suministros básicos en el territorio costero.