Incentivar y potenciar el interés y compromiso de los estudiantes por el cuidado de los recursos dentro de la sala de clases, hoy, es fundamental. Las actitudes de estos deben estar influenciadas no sólo por las lecciones específicas de cada materia en el currículum, sino también por lo que experimentan y observan todos los días en su entorno escolar inmediato.
Tras el último llamado realizado por la UNESCO, de hacer de la educación medioambiental un componente central del currículo escolar de todos los países de aquí a 2025, más de 80 ministros y viceministros, y 2.000 especialistas en educación y medio ambiente se comprometieron a tomar medidas concretas para transformar el sistema de aprendizaje.
“La educación debe preparar a los alumnos para comprender la actual crisis medioambiental y dar forma al mundo futuro. Para salvar el planeta, debemos transformar nuestra forma de vivir, producir, consumir e interactuar con la naturaleza. Es fundamental integrar la educación para el desarrollo sostenible en todos los programas de aprendizaje de todos los lugares”, señaló Audrey Azoulay- directora general del organismo- en la Conferencia de Berlín realizada el año pasado en Alemania.
En esta declaración se mencionan una serie de políticas destinadas a transformar la educación en un sentido amplio, abarcando la enseñanza, el aprendizaje, la formación profesional y el compromiso cívico, puesto que hoy las instituciones educativas deben ser sostenibles, es decir, deben hacer un esfuerzo para ser más ecológicas en sus operaciones escolares y el diseño de sus lecciones.
El trabajo de educación y formación se debe basar en el concepto de sostenibilidad y tratar de conciliar la teoría con la práctica. Puesto que las actitudes de los estudiantes deben estar influenciadas, no sólo por las instrucciones específicas de cada materia, sino también por lo que experimentan y observan todos los días en su entorno escolar inmediato. Esta educación tiene que ser transversal o se pierde el sentido y los niños, niñas y jóvenes lo terminan viendo como algo aislado y no como algo orgánico.
El Programa de Ecología y Sustentabilidad de la red de colegios Cognita Chile así lo establece y desarrolla acciones en tres ámbitos del quehacer educativo, los cuales son considerados estratégicos, ya que permite articular la Educación Ambiental en toda la comunidad educativa.
• Ámbito Curricular: busca destacar la temática ambiental existente en el currículum, planes y programas de estudio del establecimiento, promoviendo que los contenidos se materialicen a partir de acciones concretas dentro del establecimiento.
• Ámbito Gestión: busca incorporar prácticas ambientales en la gestión de sus recursos (agua, energía, residuos, etc.).
• Ámbito Relaciones con el Entorno: establece redes con diversas entidades (organizaciones sociales, municipios, establecimientos de educación superior, etc), quienes se convierten en aliados al momento de materializar acciones para promover la Educación Ambiental.
Complementariamente, el programa cada año conforma una brigada ecológica para ciclo básico y media y, otro, de educación ambiental y eficiencia energética para párvulos. El primero tiene la misión de analizar problemáticas medioambientales internas y sus posibles soluciones, proponer planes de acción, velar por el reciclaje dentro del establecimiento y organizar los 3 Green Day que tienen al año. Y, el segundo, destinado a instruir a los más pequeños, busca incentivar y potenciar el interés y compromiso por el cuidado de los recursos básicos dentro de la sala de clases. Para ello, en algunos establecimientos, se definen 6 “helper” semanales, quienes asumen la responsabilidad de velar por el cumplimiento de cada tarea: como el cuidado de las plantas, del agua y la limpieza del aula, entre otros.
“En nuestros colegios buscamos educar a las nuevas generaciones en competencias y habilidades para solucionar y disminuir los problemas ambientales a los cuales se enfrentan hoy en día”, explica la coordinadora del programa Carla Cerda Aguilera.
“Por esto, nuestra red promueve la preparación, aprobación y desarrollo de este tipo de programas de educación, promoción y difusión ambiental, orientados a la creación de una conciencia nacional sobre la protección del medio ambiente, el desarrollo sustentable, la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental”, agrega la profesional.
Incorporar la educación ambiental, tanto en colegios como universidades, parece urgente. Sin embargo, no se trata sólo de exponer el tema y divulgarlo para concientizar a la población, es imperativo crear hábitos y desarrollar habilidades que le permitan a los estudiantes tomar decisiones mientras siguen inmersos en esta incierta y avasalladora crisis climática.
La actividad permitió entablar un espacio de conversación sobre el positivo efecto que ha significado la restauración de este emblemático sector residencial, gracias al programa impulsado por su junta de vecinos, Collahuasi, Municipalidad de Iquique y empresas ejecutoras.
La actividad permitió entablar un espacio de conversación sobre el positivo efecto que ha significado la restauración de este emblemático sector residencial, gracias al programa impulsado por su junta de vecinos, Collahuasi, Municipalidad de Iquique y empresas ejecutoras.