La Superintendencia de Salud dio luz verde a los planes de pago y ajustes de las isapres Banmédica, Vida Tres, Cruz Blanca, Consalud y Colmena, en el marco de la implementación de la Ley Corta de Isapres. Esta normativa, aprobada en mayo por el Congreso, tiene como objetivo aplicar una nueva tabla de factores para todos los afiliados y devolver los cobros excesivos realizados por las aseguradoras. Ante esto, los ajustes que afectan solo a algunos afiliados incluyen primas extraordinarias que varían entre $9.000 y $42.000. Estas medidas buscan compensar las deudas que las isapres deben restituir a los beneficiarios, y su aplicación comenzará en los próximos meses. Asimismo, el mayor incremento se registrará en Vida Tres, con una prima máxima de $42.000 por afiliado. Le siguen Cruz Blanca con $36.000 y Consalud con $30.000. Por su parte, Banmédica y Colmena cobrarán primas de hasta $15.000 y $9.000, respectivamente. Aunque las alzas representan un impacto considerable para algunos usuarios, los nuevos valores implican una reducción cercana al 30% en comparación con las propuestas iniciales presentadas por las aseguradoras. Además, se aclara que algunos afiliados podrían no experimentar aumentos, o ver incrementos menores, si sus planes ya habían sido ajustados desde julio. Finalmente, la Superintendencia también señaló que las devoluciones correspondientes serán notificadas en noviembre, mientras que los pagos comenzarán en diciembre.
El Gobierno chileno ingresó anoche un ambicioso proyecto de reforma al sistema privado de salud a través de la Cámara de Diputados, en el marco de la discusión de la ley corta. La iniciativa, que se centra en la eliminación de las preexistencias, va más allá al proponer la creación de unPlan Común de Salud que unificará los planes ofrecidos por las Isapres, garantizando que todos los afiliados paguen una tarifa plana, sin distinciones por riesgos individuales. Ante esto, la actual tabla de factores, que permite a las Isapres ajustar las tarifas según el perfil de riesgo de cada afiliado, se mantendrá solo para quienes decidan no migrar al nuevo plan. Sin embargo, todos los nuevos contratos deberán ajustarse a la nueva normativa. Esta reforma buscagarantizar igualdad de condiciones para todos los afiliados, asegurando que las prestaciones incluyan los beneficios actualmente cubiertos por Fonasa y las Garantías Explícitas en Salud (GES), así como cobertura para enfermedades catastróficas (CAEC) y atención de urgencias. Asimismo, el proyecto también destaca la necesidad de eliminar la declaración de preexistencias, que ha sido utilizada como un mecanismo restrictivo por parte de las Isapres, limitando el acceso de los afiliados y su movilidad entre instituciones. De esta manera, se prohibirá que las Isapres restrinjan la afiliación basándose en condiciones de salud preexistentes. Ahora bien, para mitigar los riesgos financieros que podrían enfrentar las Isapres al admitir a personas con altos costos de salud, el proyecto establece la obligación de contratar reaseguros. La implementación de estos cambios será gradual, con un período de adaptación de hasta doce meses, permitiendo a los actuales afiliados mantener sus planes, mientras que todos los nuevos deberán optar por el Plan Común de Salud. Finalmente, la transición estará supervisada por el Gobierno, que busca asegurar una mejor calidad de atención y acceso a la salud para la población, especialmente para las personas mayores y los enfermos crónicos.
La Superintendencia de Salud dio luz verde a los planes de pago y ajustes de las isapres Banmédica, Vida Tres, Cruz Blanca, Consalud y Colmena, en el marco de la implementación de la Ley Corta de Isapres. Esta normativa, aprobada en mayo por el Congreso, tiene como objetivo aplicar una nueva tabla de factores para todos los afiliados y devolver los cobros excesivos realizados por las aseguradoras. Ante esto, los ajustes que afectan solo a algunos afiliados incluyen primas extraordinarias que varían entre $9.000 y $42.000. Estas medidas buscan compensar las deudas que las isapres deben restituir a los beneficiarios, y su aplicación comenzará en los próximos meses. Asimismo, el mayor incremento se registrará en Vida Tres, con una prima máxima de $42.000 por afiliado. Le siguen Cruz Blanca con $36.000 y Consalud con $30.000. Por su parte, Banmédica y Colmena cobrarán primas de hasta $15.000 y $9.000, respectivamente. Aunque las alzas representan un impacto considerable para algunos usuarios, los nuevos valores implican una reducción cercana al 30% en comparación con las propuestas iniciales presentadas por las aseguradoras. Además, se aclara que algunos afiliados podrían no experimentar aumentos, o ver incrementos menores, si sus planes ya habían sido ajustados desde julio. Finalmente, la Superintendencia también señaló que las devoluciones correspondientes serán notificadas en noviembre, mientras que los pagos comenzarán en diciembre.
El Gobierno chileno ingresó anoche un ambicioso proyecto de reforma al sistema privado de salud a través de la Cámara de Diputados, en el marco de la discusión de la ley corta. La iniciativa, que se centra en la eliminación de las preexistencias, va más allá al proponer la creación de unPlan Común de Salud que unificará los planes ofrecidos por las Isapres, garantizando que todos los afiliados paguen una tarifa plana, sin distinciones por riesgos individuales. Ante esto, la actual tabla de factores, que permite a las Isapres ajustar las tarifas según el perfil de riesgo de cada afiliado, se mantendrá solo para quienes decidan no migrar al nuevo plan. Sin embargo, todos los nuevos contratos deberán ajustarse a la nueva normativa. Esta reforma buscagarantizar igualdad de condiciones para todos los afiliados, asegurando que las prestaciones incluyan los beneficios actualmente cubiertos por Fonasa y las Garantías Explícitas en Salud (GES), así como cobertura para enfermedades catastróficas (CAEC) y atención de urgencias. Asimismo, el proyecto también destaca la necesidad de eliminar la declaración de preexistencias, que ha sido utilizada como un mecanismo restrictivo por parte de las Isapres, limitando el acceso de los afiliados y su movilidad entre instituciones. De esta manera, se prohibirá que las Isapres restrinjan la afiliación basándose en condiciones de salud preexistentes. Ahora bien, para mitigar los riesgos financieros que podrían enfrentar las Isapres al admitir a personas con altos costos de salud, el proyecto establece la obligación de contratar reaseguros. La implementación de estos cambios será gradual, con un período de adaptación de hasta doce meses, permitiendo a los actuales afiliados mantener sus planes, mientras que todos los nuevos deberán optar por el Plan Común de Salud. Finalmente, la transición estará supervisada por el Gobierno, que busca asegurar una mejor calidad de atención y acceso a la salud para la población, especialmente para las personas mayores y los enfermos crónicos.