El Servicio Electoral (Servel) rechazó la postulación de Ricardo Díaz Cortés para la reelección como gobernador en los comicios de octubre. Según el organismo, la declaración jurada que acompañó su inscripción no cumplía con los requisitos constitucionales y legales necesarios para ser candidato, ni con la exención de inhabilidades estipuladas en los artículos 23 bis, 23 ter, y 84 de la Ley 19.175, así como en el Art. 3 de la Ley 18.700. Además, el documento no contaba con la firma del declarante. Sin embargo, el organismo señaló que se podrán presentar reclamaciones e impugnaciones ante los Tribunales Electorales Regionales correspondientes entre el 11 y el 15 de agosto. El rechazo de la candidatura se debe, según el anexo publicado por el SERVEL, a irregularidades en la declaración jurada presentada por Díaz Cortés. En particular, se señala que el documento no cumplía con los requisitos constitucionales y legales necesarios para validar la postulación, además de no estar debidamente suscrito por el propio candidato, lo cual es una infracción a las normativas establecidas en la Ley N°19.175 sobre Gobierno y Administración Regional y la Ley N°18.700 sobre votaciones populares y escrutinios. Situación compleja Díaz Cortés, quien lidera la región desde 2021, se perfila como uno de los favoritos para las próximas elecciones, basando su campaña en la continuidad de proyectos clave en la región, así como en la consolidación de políticas públicas enfocadas en el desarrollo sustentable y la inclusión social. Sin embargo, este rechazo pone en jaque sus aspiraciones políticas y abre la puerta a nuevos contendores en la carrera por la Gobernación. En declaraciones previas, Díaz Cortés había manifestado su intención de profundizar en los avances logrados durante su mandato, incluyendo la mejora en la infraestructura regional, el fortalecimiento de la educación pública y la promoción de energías renovables en la zona. Su administración también se ha destacado por su enfoque en la participación ciudadana y la transparencia, pilares que ahora se ven cuestionados por la controversia en torno a su fallida repostulación. El futuro de la gobernación de Antofagasta queda ahora en un limbo, a la espera de nuevos movimientos por parte de las fuerzas políticas regionales y nacionales. Mientras tanto, los ciudadanos se mantienen atentos al desenlace de esta situación, que sin duda marcará el rumbo de las próximas elecciones en la región.