A pesar del alza de precios, la tradición de consumir productos del mar persiste en Semana Santa, con un 80% de chilenos manteniéndola. Sin embargo, este aumento en el consumo eleva el riesgo de intoxicaciones alimentarias por mala manipulación.
Expertos enfatizan la importancia de la evaluación sensorial al comprar: pescados frescos con ojos brillantes y olor a mar; mariscos vivos que cierran al tacto y crustáceos sin manchas negras ni aspecto gelatinoso. Además, mantener la cadena de frío es vital, asegurando refrigeración constante y evitando puestos sin ella.
La higiene del lugar de compra (sin moscas, vendedores con guantes y autorización sanitaria visible) también es crucial. Finalmente, las autoridades alertan sobre decomisos de miles de kilos de productos alterados en lo que va del año, reforzando la necesidad de precaución para una Semana Santa saludable.